martes, 3 de septiembre de 2013

La habilidad puesta a prueba

Que una editorial reciba un manuscrito, a simple vista, puede parecer algo simple: el autor se presenta, deja su material y tal vez con suerte después lo llamen para firmar un contrato y “wuala” el libro se edita. Pero detrás de esa creencia hay algo más, algo que los editores no deben olvidar hacer, analizar el  proyecto y realizar una campaña de marketing con el único fin de asegurarse una venta exitosa. Muchas veces las editoriales le solicitan al editor este tipo de trabajo para que pueda justificar la publicación de una obra, y aunque parezca algo que no tiene importancia, es su primer intento de comercialización. Analizar las fortalezas, discernir entre una obra u otra, les permite trabajar su habilidad para encontrar lo que estaban buscando. Puntearse una serie de preguntas es esencial a la hora de una buena evaluación. Pero no todos los libros son iguales. Las editoriales de libros comerciales pondrán énfasis en los costos de promoción y marketing, y las de libros especializados, en los costos variables que son más predecibles ya que no trabajan en un mercado clásico que podría expandirse con una contundente campañas de promoción, aunque muchas veces el margen de rentabilidad en los libros especializados lo marca la venta de derechos subsidiarios. Determinar la extensión de la obra y estipular una fecha para la entrega son otros de los puntos a tener en cuenta para evitar que con el tiempo esto traiga aparejados inconvenientes insalvables. Puesto que el editor debe ser sensato con la tirada que realiza para no invertir más dinero del necesario. Y cuando por fin todos los puntos estén esclarecidos le enviará al autor el contrato de edición para su conforme, deberá cerciorarse de que el autor haya leído cada una de las cláusulas y en caso de haber algún anticipo de regalías, este se le deberá abonar a la firma del convenio. No obstante dicho adelanto será calculado con el fin de poder recaudarlo en la venta de la primera tirada y evitar malos tragos.
El editor no solo se enfrentará a un proceso previo de análisis en el cual pondrá en juego su habilidad para dar con el material que se acomode a su catálogo, sino también deberá ser acertado en las decisiones que tome para que el margen de error sea el mínimo y evitar que el libro termine, luego de tanto esfuerzo, en una hermosa estantería de saldos.


Davies, Jill: Gestión de proyectos editoriales. Cómo encargar y contratar libros. México, Fondo de Cultura Económica, 2005. Capítulo 2.

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